Se me han abierto las carnes cuando he leído esto:
El ministro de Economía y vicecanciller, Sigmar Gabriel, ha solicitado abiertamente a los socios miembros de la Unión Europea que congelen las cuentas de los ciudadanos griegos que hayan defraudado al fisco heleno. "Si el nuevo gobierno griego se va a tomar ahora en serio la lucha contra la corrupción y la evasión fiscal, entonces toda la UE debería apoyarlo de manera activa", ha dicho en declaraciones al diario Bild.
El que en Grecia no se tomase muy en serio la persecución del delito fiscal, entra dentro de lo materialmente posible. El que en la UE no se lo tomasen en serio ya es menos divertido.
Ahora el siguiente párrafo es ya de traca:
También se ha revuelto contra los griegos ricos un grupo de diputados de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Merkel, que ha instado a Atenas a cobrar impuestos a los millonarios griegos como los grandes armadores. "Antes de meterle la mano en el bolsillo a los alemanes, los griegos deberían pensar en sus propios millonarios", ha dicho el diputado Kurt-Georg Wellmann.
Al parecer, los mega-millonarios griegos gozan de grandes beneficios fiscales.
¿Por qué no hemos oído hablar de nada de esto a los de Syriza pero se hartan de hablar de la troika?
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