Los estudiantes cristianos de la Universidad de Garissa en Kenya vivieron su Viernes Santo 24 horas antes. Un comando de los Shabaab somalíes entró al campus a las 5.30 de la mañana, mató a dos guardias de seguridad y se dirigió hacia los dormitorios. Llevaban ametralladoras. Los 815 estudiantes del campus fueron despertados, reunidos en grandes aulas y separados según la fe a la que pertenecían: los musulmanes que sabían recitar versículos de El Corán fueron liberados; los cristianos que no sabían hacerlo fueron asesinados o tomados como rehenes. Un primer balance oficial habla de 147 muertos. Alrededor de 500 estudiantes fueron identificados, pero todavía faltan 300.Los testigos afirman que había cadáveres decapitados.
En un sitio como Kenia donde mayoritariamente, si no eres musulmán, probablemente seas cristiano (de cualquier denominación), preguntarlos por los versos del Corán significa simplemente saber quién no es musulmán, esto es, quién es cristiano.
Lo peor es la falta de manifestaciones internacionales. La gente en general no le interesa ni le preocupa. Son negros, están lejos y al fin y al cabo, no es nuestro problema.
#JesuisunétudiantchrétiendeKenya.
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