El antiguo traductor desertó de las fuerzas del califato y permanece oculto en Turquía. Allí, encapuchado y con la voz entrecortada por el llanto al evocar sus terribles vivencias, ha dado su testimonio al canal de televisión Sky News, que lo ha presentado bajo el nombre figurado de «Saleh». Sus revelaciones explican el enigma de la extraña pasividad que muestran las víctimas en el momento de su fanática ejecución. «John me decía: “Diles que no hay problema, que es solo un vídeo, que no queremos matarlos, que no tenemos problemas con ellos, son nuestros visitantes”. Solo es un aviso para sus gobiernos, para que dejen de atacar Siria». Emwazi ordenaba decir a las víctimas que se trataba «solo de un ensayo». Los rehenes eran sometidos a varias ejecuciones simuladas, con lo que cuando llega la de verdad pensaba que es una prueba más y no se rebelan. «Él quiere que cuando los va a matar no se lo esperen». Saleh cuenta que Emwazi es el jefe del grupo que custodia a los rehenes, y que es respetado porque se encarga de sus ejecuciones: «A un sirio allí lo mata cualquiera, pero a los extranjeros, solo él».Haciendo campaña por la reinserción, una vez más.
jueves, 12 de marzo de 2015
John el Jihadista, el asesino del DAESH, engañaba a las víctimas, haciéndoles creer que todo era un simulacro
Menudo sádico:
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