Ramzam Kadyrov, el aliado de Putin, ha sido acusado de abrir un campo de concentración para homosexuales, donde según los activistas, se les tortura con barras de hierro y descargas eléctricas.
El pasado abril dijo que no había homosexuales en Chechenia pero que, si los había, deberían ser deportados a Canadá.
Parece ser que alguno había... y no tiene unos planes muy amables para ellos.
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