Islam star and crescent (Photo credit: Wikipedia) |
Si bien en cierto que no todos los conversos al Islam son terroristas, no es menos cierto que los únicos terroristas que asesinan en nombre de su religión, de su divinidad y de su libro sagrado son los convertidos al Islam.
Los conversos al Islam, ciudadanos de países occidentales, tienen la obligación moral y el deber de denunciar a los cuerpos de seguridad de sus respectivos países a aquellos que van a devenir terroristas, y a aquellos líderes religiosos que pregonan el Yihad.
Realmente su silencio les hace cómplices, pues no todos los que desean asesinar a los “infieles judíos, cristianos, ateos, etc.” están dispuestos a dar el paso, sólo unos cuantos se atreven a perpetrar los asesinatos y crímenes. Es por eso que el silencio les hace cómplices. El silencio de los conversos al Islam es la versión moderna del asesino Caín que le responde a Dios: ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano? Después de asesinar a su hermano Abel.
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Anterior: Piriodismo de kalidá en La Gaceta sobre apoyos al DAESH.
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